REPORTE DE BAJA CALIFORNIA.
Por. Walter Bishop. |
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De
la ciudad de Durango, nuestra base al puerto de La Paz,
Capital de Baja California Sur, es mas o menos 813 Km.
por tierra y 8 Hrs por mar en ferry saliendo del puerto
de Topolobampo Todo esto finalmente se traduce por lo
que ustedes quieran, a tres días de camino. este considerable
lapso de tiempo y unas revisiones como de frontera,
hacen aun cuando uno no quiera, que te sientas como
si llegara a otro país.
La distancia indudablemente fue razón suficiente para
que Fernando Jordan llamara a la Península " El Otro
México " pero atinadamente también la llama "el País
Magico " y ese es el lugar que nosotros venimos a buscar
y que en parte, encontramos en Bahía Magdalena y las
ballenas grises.
Esta
bahía uno de los mejores refugios naturales del pacifico,
es donde algunas de las 25000 ballenas grises Eschrichtius
robustus, que actualmente viven en el océano pacifico,
escogen para tener sus crías y aparearse. También es
aquí donde Excursiones Pantera realiza sus viajes de
observación de ballenas.
Este
vez como todos los años que hemos venido ha sido sensacional,
al principio de la temporada vimos ballenas saltando,
jugando, apareandose (medio impresionante), asomando
la cabeza, ya mas tarde las vimos con sus crías curiosas
queriendo acercarse, y lo maximo, ya al final, tener
contacto voluntario con las ballenas es una sensación
increíble y te da el sentimiento de esperanza, de que
no todo esta mal con el medio ambiente y que el hombre
quizas algún día aprenda a convivir con las demaas especies
del planeta.
Aquí
me gustaría agradecer a los amables y hospitalarios
habitantes de el puerto de San Carlos a orillas de la
bahía donde nos quedamos. El pueblo es un típico poblado
pesquero de Baja California donde Doña Maru nos da la
bienvenida en su hotel Alcatraz. También les recomendamos
los taquitos de contra esquina a la estación de policía
y los hot dogs de por ahí a un lado de la plaza.
Este
año, una ves de haber terminado con nuestra temporada
de Ballenas, seguimos nuestro recorrido por esta hermosa
tierra y dentro de un itinerario de 12 días con un grupo
de Franceses de quien luego les platico, (Èl mas joven
tenia 73 años) visitamos la Sierra de San Francisco
y sus increíbles Pinturas Rupestres.
Aquí si que para llegar, se requiere de un esfuerzo
pues estamos hablando de mas de 700Km de la Paz, por
la estrecha carretera peninsular No. 1, y no es mi intención
agobiarlos con todos los detalles de nuestro penar por
esos rumbos, sino que voy a iniciar el recuento ya en
la brecha de teracería que lleva al diminuto poblado
de San Francisco en la Sierra ya mencionada.
Esta
sierra, es un sistema de abruptas montañas y barrancas
donde uno o varios grupos de antiguos y milenarios pobladores,
que desde luego no fueron los mismos que conocieron
los misioneros jesuitas a su arribo a la Baja California
en 1698 o por ahí, que usando sus dotes e intuición
artística, pintaron en varios lugares unas majestuosas
pinturas que ahora llamamos rupestres y que dejaron
como testigos de su paso por esta la tierra.
Son tan hermosas estas pinturas que ya fueron declaradas
patrimonio de la humanidad y se comparan con el arte
rupestre de Europa y Australia, razón por lo que las
escogimos para visitarlas y la verdad que superaron
por mucho toda las expectativas que teníamos sobre ellas.
Pues
donde dejamos, la llegada a San Francisco fue definitivamente
emocionante, ya la vista que tiene uno desde arriba
de la sierra y unos cirios, cactos por demas misteriosos
habían impuesto el ambiente a la expedición y como siempre
algo de confusión al llegar rapidamente se transformo
en un caos total al estar cargando los burros con los
enseres del campamento y decidiendo cuantas mulas llevábamos,
"un desgarriate" como dicen los del rancho. Por
fin acabamos cargando 10 burros y ensillando 11 mulas
que incluían las tres de los guías locales. Como ha
eso del las dos de la tarde con todo y el calorcito,
una excursiÛn de 12 almas y los animales de apoyo, iniciamos
vereda abajo.
Al
pasar por Guadalupe un diminuto poblado camino abajo
un burro se cayo, haciendo volar parte de su carga donde
iba la lampara misma que se quebró, un consternado habitante
del lugar nos presto la pieza de vidrio que nos faltaba
y seguimos el camino por una mesa amplia, que a los
pocos minutos, nos llevo al borde del cañon donde se
oyó nuestra primera exclamación de la impresión y si
hubióramos sido del otro lado, de la frontera claro
esta dirÌamos, "oh how beautiful".
Iniciamos
el descenso de varias horas hasta adelante del rancho
de santa Teresa, para el día siguiente seguir hasta
un sitio del arroyo, donde pusimos el campamento que
nos alojaría las dos noche restantes. esa misma tarde
experimentamos la segunda exclamación del viaje al visitar
la cueva de la Soledad con la particularidad de que
en ella se dibujaron algunos abstractos, que bien les
pudiéramos decir el crucigrama. Regresamos al campamento
impresionados y después de una cena de chivo al carbón,
caímos como fulminados del cansancio.
Muy
tempranito en la mañana a los franceses les cocine un
desayuno continental, y a los rancheros una frita de
riÒones y corazón de chivo con cebolla, mas o menos.
Por ahí como a las diez de la mañana nos fuimos a lo
que seria un día inmejorable y a lo que habíamos venido
de tan lejos. Después de un ratillo de caminata pues
el terreno es quebrado de adeveras, visitamos la cueva
de las flechas, vaya exclamación. No voy a decir nada
de unos andamios que instalaron los del INAH pues se
enojarían conmigo, pero la pintura que estos desconocidos
dejaron en la pared de piedra es en verdad impresionante,
figuras enormes de venados ocre y fantasmagóricas formas
humanas flechadas por varios lados adornan el impresionante
macizo de aglomerados volcánicos.
A
la distancia y al otro lado del cañon de San Pablo
se puede apreciar la cueva la Pintada a donde nos dirigimos
y otra vez batallando un poco por el terreno pasamos
al otro lado, subiendo hasta la cueva, a la cual podemos
considerar como el ejemplo de arte rupestre Baja Californiano
que mas describe el fenómeno. La cueva en si tendrá
un poco mas de 100 metros, pero son unos treinta metros
cubiertos con unas 40 figuras extraordinarias de formas
humanas, venados, y borregos en muy buen estado de conservación
las que llaman mas la atención, también hay una enorme
ballena y un buen numero de liebres y pájaros decorando
el resto de la cueva.
De
aquí bajamos la pared del cañon a una verdaderamente
hermosa tinaja o poza de agua en el arroyo, donde se
me hizo evidente un fenómeno que había escapado de mi
atención, por la impresión que dejan las pinturas. Ya
después de echarme un muy merecido chapuzón en una agua
cristalina de mas, ahí encuerado sobre la roca, me puse
a pensar en la belleza del lugar en si y la razón por
la cual los aborígenes habían escogido este lugar para
sus fabulosas pinturas se mi vino como un mensaje tan
claro como la misma agua. El cañon de San Pablo en si, es
una hermosa catedral de la naturaleza de una belleza
inigualable, con sus paredes de piedra volcánica escalonadas,
el arroyo con agua corriendo de manantiales que manan
de la piedra y las palmera a sus orillas crea un conjunto
de ensueño, una caricia de la madre tierra para cualquiera
que pase por estas tierras mas conocidas por sus áridas
asperezas que por sus dulces bondades. Un marco de paraíso
para expresar una vida de penitencia.
De
cena chivo a la cacerola, o una medio barbacoa, en la
mañana siguiente nos levantamos muy temprano y sorprendentemente
ya para las nueve ibamos en camino para arriba y 6 horas
mas tarde ya estabamos de regreso en Guadalupe. A Manuel
Arce, sus ayudantes y a la gente de La Sierra de San
Francisco nuestro agradecimiento por todo su ayuda,
ya saben que estamos picados y esperamos que el año
que entra podamos volver a visitarlos, esta vez el Arroyo
del Parral y su cueva de la Serpiente.
El viaje todavía nos llevo a visitar la cueva de El
Palmarito en Santa Marta (excelente), las ballenas de
la Laguna de San Ignacio ( una delicia), y la tierra
encantada de San Isidro, la Purísima y Comondu que voy
a esperar a andarla en bicicleta para platicarles de
ellas pero de antemano les digo que tiene tal paisaje
que unos espera que de un momento a otro, brinque un
dinosaurio al camino. Saludos a los matrimonios, Masón,
y Verrier, a los Srs. Amory, y Navarre. También a nuestros
con nacionales Hiram, Walter jr., Manuel Arce, su hijo
y Rogelio Leree Walter
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